El Aleph

Todo viaje tiene principio y fin... toda historia tiene dos caras, ésta no es la excepción. Al iniciar este espacio prometí hablarles también de fobias y demonios, algunas de ellas(os) bien arraigadas desde los ahora ya lejanos años universitarios, como la que hoy me ocupa. Más que hablar, dejaré a los expertos que hablen. Reuno aquí las dos posturas pues, como buen ecléctico que se precie de serlo, no puedo dejar alguna de las aristas del problema sin darle oportunidad a expresarse. Una de ellas es ya bien conocida, por decirlo de alguna manera, la postura oficial de media humanidad encarnada en la figura de un político looser. La otra mitad, la desconocida, no es con mucho la menos interesante. Normen pues ustedes, amigos y enemigos, su propio criterio. La Gran Estafa Del Calentamiento Global Una Verdad Incomoda parte 1 de 2 Una Verdad Incomoda parte 2 de 2

Ciertamente hay historias que subsisten e inquebrantables por los años permanecen acurrucadas ahí, un poco a la sombra, perennes e inolvidables. De vez en vez asomamos nuevamente la nariz entre sus páginas y siempre nos sorprenden, adquieren nuevos matices, nuevos significados y, en definitiva, marcan la línea divisoria entre lo que fuimos y lo que somos. Lobo Hombre es una de esas historias, un simple cuento si se quiere, pero un cuento que emerge por primera vez en esa etapa irreverente de la juventud que a todos nos llega. Atrás ha quedado la inocencia y la vida empieza a adquirir un sabor más dramático. Desnudos y despavoridos enfrentamos al mundo con nuestros ideales como único armamento, esta historia refleja arteramente ese sentimiento. Por años permaneció perdida en el baúl de los recuerdos, hoy quiero compartirla con ustedes. Sin más preámbulos añado pues la liga a tan peculiar, azarosa y, para los que han vivido, familiar aventura. lobo hombre (Boris Vian)

Indudablemente este libro de poesía marco en definitiva mi vida, primer lejano intento de reivindicarme como ser humano, fallido por supuesto, ahora es sólo un recuerdo. Su autor y yo no llegamos a ser realmente amigos, compartimos algunas horas acompañados de guitarras, lugares comunes y a quien, a través de los años he seguido de lejos los pasos, siempre de lejos. Hoy, buscando esos primeros poemas que, junto a los del decimonónico Rubén Darío conformaron el rito iniciático, me topé con su página personal y sin mediar resuello añadí a este caótico confabulario de filias. Así pues disfruten de este poema musicalizado suyo y déjense llevar de la mano de Roberto Arizmendi quién hoy se nos une, al fin y al cabo no somos más que historias compartidas La vida comienza aquí contingo La vida comienza aquí contigo. Antes fue sólo intento reiterado para buscar la punta del hilo de esta enorme maraña de tristezas. El compromiso de partido fue sólo la mitad de mis opciones y ahora llegas tú pa...

He dado con un sitio excepcional, en el podrán encontrar libros, música, videos, después de todo si existen las almas gemelas y, afortunadamente, se han tomado el tiempo de hacer aquello que la desidia, la pereza y, tal vez por qué no, la desesperanza han dejado para más tarde. No se lo pierdan...

Se hace necesaria la reflexión, aún cuando no siempre tengamos algo a la mano sobre lo cual reflexionar, hoy se conmemora el día del padre, los vástagos empiezan a acicalarse las alas y apenas y te haz percatado de el papel que juegas, jugaste, haz jugado, jugarás en su vida. Responsabilidad nombran al juego, ellos no pidieron venir, ciertamente, pero tu tampoco ni nadie más de los que te rodean, entonces por qué se obstinan en querer venderte esa idea. Hace algún tiempo Juan Cristóbal (el inmortal personaje creado por Rollaind) increpando a los franceses decía que querían hacer de sus hijos unos gordos rentistas, resolviéndoles la vida por anticipado y con ello les quitaban el gusto de encontrar sus propias respuestas, su propio camino. Hoy día hemos transitado por esa senda hacia un lugar sin retorno. Viendo en retrospectiva y sin afán de interiorizar (la introspección o meditación consumen el recurso más escaso hoy día) no me siento para nada orgulloso de la forma como he sido padre...

Cuando la dialéctica no puede ya salvarte, haz sido juzgado ad hominen viene en tu ayuda Cortázar y te retrata, te dice: no estas solo, yo también lo viví. Entonces de golpe olvidas la injuria y haces de ella una fiesta, la fiesta del reencuentro, por que no estas solo sino rodeado de ellos los que… al igual que tú, han hecho conciencia, de si mismos, de su significancia. Hoy quiero compartir esta alegría del reencuentro, anexo encontrarán un nuevo vínculo a una de las más excitantes páginas de literatura donde podrán hallar el velloncino de oro prometido. Para muestra basta un botón: El río (Final del juego, 1956) Y sí, parece que es así, que te has ido diciendo no sé qué cosa, que te ibas a tirar al Sena, algo por el estilo, una de esas frases de plena noche, mezcladas de sábana y boca pastosa, casi siempre en la oscuridad o con algo de mano o de pie rozando el cuerpo del que apenas escucha, porque hace tanto que apenas te escucho cuando dices cosas así, eso viene del otro l...